jueves, 31 de mayo de 2012

#97. Una ducha antes de dormir en una noche calurosa.


Me encanta que haga calor, pero no puedo evitar pasarlo ligeramente mal por las noches. Soy un hombre bastante caluroso, en invierno puedo ir en manga corta y siempre desprendo calor. Soy un chollo de estufa económica para mi mujer en las frías noches de invierno.

En verano me encanta mojarme la cara con agua bien fría, y a lo que vamos, cuando el sueño no se apodera de mí, me encanta meterme en la cama después de darme una buena ducha.

Dan ganas de ponerte el ventilador en los morros para taparte con la manta. Es como comer mucha patatilla salada para después beberte un refresco de un trago.

Una gozada.

Pequeña felicidad Número 97.

miércoles, 30 de mayo de 2012

#96. Ver a la gente contenta.


Hay días donde parece que los planetas del sistema solar se han alineado para volver a la gente de buen humor.

Son esos días donde todo el mundo saluda con una sonrisa en la boca, donde sólo escuchas palabras como gracias, por favor, que vaya bien o me alegro de verte. La gente te deja pasar en la cola del súper. “No gracias, pase usted, ¿si?, ¿seguro? Pues muchas gracias de nuevo”.

Estos días molan. No son muy corrientes, así que cuando lo veáis venir uníos a la juerga. Dejad pasar a las señoras en la tienda, paraos en los pasos de cebra y saludad con una gran sonrisa.

Pequeña felicidad Número 96.

lunes, 28 de mayo de 2012

#95. Las películas que te hacen reír.


Son tiempos duros, llueve casi a diario, pero debemos centrarnos en encontrar rayos de luz entre las nubes negras. De eso trata este blog y espero que todo seamos ya capaces de darnos cuenta de esos momentos, abrazarlos fuerte y disfrutarlos.

Por ejemplo, ver una buena comedia puede proporcionar dos buenas horas de risas y de escape de la realidad. Es casi una décima parte del día, no me parece nada mal.

El sábado estuvimos viendo “Como acabar con tus jefes”. Ya la había visto en el cine, pero no importa, no hay mucha gente que se canse del sabor del chocolate.

Os la recomiendo encarecidamente, es puro entretenimiento, pero, ¿acaso no es eso algo genial?

Soy un hombre “silvestre”, como me gusta decir, prefiero una hamburguesa a un entrecot a la foie y una buena cerveza a un Don Perignon. Por eso, aunque me encante el cine independiente y de autor, adoro las películas que m hacen reír a carcajadas.

Hacedme reír y os daré el mundo.

Pequeña felicidad Número 95.

domingo, 27 de mayo de 2012

#94. Ir a un concierto.


De niño, recuerdo ver un concierto por televisión de Bob Marley, uno de mis artistas favoritos. Me sabía sus canciones de memoria con poco menos de 7 u 8 años, mi decepción fue enorme. Al poco apagué la tele y me puse una de sus cintas en mi radiocasete.

Qué atrevida es la ignorancia infantil. Un concierto en directo es algo que sólo se aprecia de mayor. Te das cuenta que no importa que no lo hagan como en los discos, que desafinen o que los solos de guitarra no suenen igual. Lo que importa es estar viendo algo que jamás se volverá a repetir de la forma en la que lo estás viviendo.

Ayer fuimos a ver (y a apoyar) a los grupos de rock locales de la ciudad. Yo mismo canto en un grupo y no nos falta mucho para debutar, sentí envidia sana, no importa la gente que hubiera o que la acústica no fuera buena, sólo el que ha estado arriba sabe lo que significa tener alguien abajo.

Pequeña felicidad Número 94. 

viernes, 25 de mayo de 2012

#93. Las historias que no te cansas de contar.


Todos tenemos en nuestra memoria un “Grandes Éxitos” de historias en nuestra vida. Son esas batallitas que no te cansas de contar.

En mi caso, en el número 1 se encuentra inamovible el día que nació mi hijo Christian, y aunque parezca mentira, a la persona que más se lo he contado es a mi mujer.

Hace sólo unos minutos,  lo hemos revivido de nuevo. Os lo voy a contar:

Cuando mi mujer rompió aguas estábamos en la cama, ya habíamos apagado la tele y las luces. Yo, con mi capacidad para dormirme en pocos segundos, ya estaba de camino a Júpiter. De repente Antu me dijo “¡Abre la luz que no sé qué pasa!”. Me levanté de un salto, abrí la luz y vi un charco en la cama. Había roto aguas.

Mi primera reacción fue ir a cogerla en brazos, como si creyera que no era capaz de caminar por si sola. Me dijo que no hacía falta, entonces empecé a correr por toda la casa, haciendo la bolsa, vistiéndome, preocupándome por si estaba bien etc.

Fuimos al hospital pensando que no llegaríamos, menos mal, sólo estuvimos unas 28 horas más. Malditas películas, te enseñan que romper agua es el preludio inmediato del nacimiento, ya.

Cuando llegó la hora, yo me quedé en una habitación esperando, una enfermera me dijo “todo ha ido bien, ahora te lo traigo”.

El corazón me salía por la boca. Antes de poder reponerme, ahí estaba la enfermera, con un ovillo de mantas cubriendo a mi pequeño. Lo cogí como si fuera de un papel que no puede arrugarse. Le miré a la cara, él abrió un poco los ojitos y le dije “Hola Christian, soy tu papá y siempre te voy a querer”.

Después todo fue cómo saltar entre nubes. Cuando mi mujer volvió del quirófano sentí una sensación cálida de familia, de hogar, aunque estuviéramos en una fría habitación de hospital.

Ya éramos oficialmente, una familia.

Si queréis, un día os lo cuento en persona, sabéis que no me importa.

Pequeña felicidad Número 93.

jueves, 24 de mayo de 2012

#92. Cuando el ordenador va rápido.


Y dicen que los ordenadores en si, no son inteligentes. Pues el mío hasta tiene sentimientos.

Tiene sus malos días como todos, a veces, no puedo pedirle ni que abra el correo. No está ni para despertarse. Sin embargo, raramente,  debe oler mi café, porque se pone a funcionar como una bala. No entiendo estas cosas, ¿Por qué a veces los ordenadores van despacio y otras muy rápido?
 
Reconozco que aunque la necesito para trabajar, no soy muy amigo de la tecnología. Siempre digo que lo primero que haría si me tocara la lotería sería agarrar bien fuerte el móvil, apuntar y estamparlo en 1000 pedacitos. Creo que después vería mi portátil y seguiría su misma ruta. Su mismo caminito hacia la pared.

PD: Hoy, va muy rápido.



Pequeña felicidad Número 92.

miércoles, 23 de mayo de 2012

#91. Ir al banco y que no haya nadie esperando.


Los bancos son como los dentistas. Se parecen en dos cosas, la primera, no sueles ir para nada bueno, y la segunda, suele haber mucha gente esperando.

Hoy me tocaba ir a retirar dinero, bueno y malo. He pasado por delante y al abrir la puerta he visto como al menos 8 personas se encontraban esperando. No he llegado a poner el segundo pie dentro. Tenía que ir a otra tienda y he pensado “voy a la tienda y luego paso a ver”. Al volver, sorpresa, no había nadie. Creo que era la primera vez que no me hacían esperar en un banco en toda mi vida.

“Hola, ¿paso ya? ¿No hay nadie?” Obviamente que no. Pero por si acaso, como cuando ves que ha parado de llover pero sacas la mano para ver si cae algo.

Pequeña felicidad Número 91.

martes, 22 de mayo de 2012

#90. Cuando alguien hace algo por ti sin que lo pidas.


El aire trae consigo egoísmo hoy en día. Son días duros y la gente bastante tiene con subirse al bote como para tirar de alguien hacia arriba. Por eso, cualquier gesto de generosidad es como encontrar una botella de agua fresca en mitad del desierto.

Que hagan algo por ti sin pedirlo sienta como un abrazo sincero. Una muestra de amor y empatía que llena el alma. Un simple gesto basta, que te traigan un café al ver tu rostro cansado o que alguien te compre un cupón de lotería cuando te quedas sin trabajo. Los agujeros no se llenan del todo a base de rocas grandes.

Probadlo, fregad los platos sin que vuestra pareja os lo pida. Comprad flores a vuestra madre aunque no sea su cumpleaños. Invitadme a un café cuando me veáis… ¡Os dedicaré una entrada!

Pequeña felicidad Número 90.

lunes, 21 de mayo de 2012

#89. Los eclipses.


Hoy, los millones de nipones que son, que no son pocos, han podido disfrutar de un eclipse de Sol. Hacía 173 años que no se daba este fenómeno en el país del Sol naciente.

Me despista un poco esto de los eclipses, recuerdo un año que dijeron que no se produciría otro similar en cientos de años, pues mira tú, aquí está. A lo mejor los años eclipsianos no tienen equivalencia exacta en humanos. Un año humano es como 100 eclipsiano.

Recuerdo el que hubo en España (un poco descafeinado) en el 2000, además el día de mi cumpleaños, un 11 de Agosto. Había una especie de alarma a que la gente mirara directamente al Sol y se quedara ciega. Fue decir eso por las noticias y embargarme unas ganas de mirar nuestra estrella madre que no podía. Y como yo, miles de personas. Quizás dentro de 10 años seamos la población con más invidentes del mundo.

Sea como sea, un eclipse es algo alucinante, y de Sol, muchísimo más. Ni más ni menos que la señora Luna se posa entre el Sol y la Tierra. Ahí lo llevas. Para los que no iban a clase de ciencias, es como cuando en el cine te toca un tío grande y cabezón delante.

Pequeña felicidad Número 89. 

domingo, 20 de mayo de 2012

#88. Improvisar un plato y que salga bien.


Hoy quería hacer mi pizza semanal. Ayer estuvimos comprando ropa para los uniformes del gimnasio, fuimos al cine y entre pitos y flautines olvidamos hacer la compra.

A veces toca registrar los armarios de la cocina para saber, si por una vez, 2 más 1 pueden dar 4. Y hoy ha sido así. He encontrado un poco de harina por aquí, no había huevos así que he tirado de algo de leche (qué mal ha sonado esto), he abierto la nevera y he cogido algo de aquí y de allí.

Eras grande, pero... bueno, ya da igual.
Conclusión: Pizza de dátiles con bacon.

Se ha parecido mucho a cuando uno vive sólo, tiene que salir y la mayoría de ropa está (con suerte) en el cubo de la ropa sucia, entonces empiezas a buscar por cajones, armarios y cajas algo que pegue, que conjunte. Lo mismo Kurt Cobain inventó el Grunge así.

Pequeña felicidad Número 88.

viernes, 18 de mayo de 2012

#87. El Curioso Caso de Benjamin Button.


En este caso, debería cambiar el título del blog por “grandescosasfelices”, porque lo que siento cuando veo esta película no tiene parangón con ninguna otra obra cinematográfica que haya visto jamás.

Una obra de arte atemporal. Un clásico desde el tráiler y toda una amalgama de grandes citas, escenas emotivas y melodías inolvidables. Desde el primer momento es cómo un cuento a la hora de dormir que no quieres que acabe jamás.

La historia de Benjamin y Daisy contada desde la más completa y mágica realidad surrealista colmaría los sueños del último romántico del planeta Tierra.

Los personajes te obligan a repartir cariño y apego durante todo el metraje. Te da la sensación de estar viendo la vida que te gustaría haber vivido desde siempre, nacer viejo y disfrutar tu juventud cuando más experiencia y sabiduría podrías contener. Después terminar muriendo desde la más pura ternura e inocencia del cuerpo de un bebé…

La habré visto más de 100 veces, literalmente, y la habré llorado las mismas.

Imprescindible en mis momentos felices.

Pequeña felicidad Número 87.

jueves, 17 de mayo de 2012

#86. Los canales de documentales.


Es curioso cómo de niño odiaba el tedio de los canales de documentales y cómo ahora podría llegar a disfrutar de su emisión las 24 horas del día.

Mi padre era fanático de La2, yo me ponía de muy mala baba, una vez le dije “¿Para qué carajo quiero saber yo en qué época del año está en celo el oso de las montañas de Oregón?”. Y la verdad es que aún hoy en día no le veo la necesidad, salvo que te toque ir a un concurso de responder preguntas rimbombantes, pero…  ahora veo que es una pasada cómo te lo cuentan. Con ese “narrador” con su vozarrón y esos sonidos de la naturaleza.

Me encanta, ya sea para simple curiosidad o para conciliar el sueño, los canales de documentales me hacen feliz.

Pequeña felicidad Número 86.

miércoles, 16 de mayo de 2012

#85. Circus left town, de Eric Clapton.


Si una canción puede ser dulce y triste a la vez esta sería Circus Left town del grandioso Eric Clapton.

Siempre me he imaginado a Eric Clapton cantando esta canción a su malogrado hijo Connor, fallecido en un desgraciado accidente que destrozaría el alma del hombre más fuerte de la historia. Creo que debería ser la canción que todo padre cantara alguna vez en la vida a un hijo. Es como un cuento de esos que recorren generaciones, de esos que nuestros hijos sabrían de pe a pa pero sin embargo no se cansaran nunca de escuchar.

La canción fue escrita por Clapton a raíz de la visita que hizo con su hijo al Circo antes del fatídico día.

El circo deja la ciudad, creo que quiso decir que en su corazón, ya no habría más risas y alegrías a partir de ese día.

Pequeña felicidad Número 85.

martes, 15 de mayo de 2012

#84. Encontrar ese disco que hace años que buscas.

Todos los buenos amantes de la música tenemos ese maldito disco que nunca está en ninguna tienda y que siempre que lo pides por encargo recibes, en el mejor de los casos, un seco y frío “está descatalogado en España”. Y se quedan tan panchos. “Pues pídemelo desde Francia o desde USA, me da igual lo que cueste”. Pues ni por esas.

Queens of the Stone Age, tranquilos, aún no entiende qué hace
la señorita de la portada.

¡¡¡ROCK!!!!
 Siempre había ido detrás del primer disco de Queens of the Stone Age. Lo había buscado por internet, en todas las tiendas de Mallorca y hasta he aprovechado viajes a Madrid y Barcelona para andar a su encuentro. Pero no.

 Hoy, yendo a comprar un disco para regalar, como por obra del destino, lo he visto ahí, no me lo podía creer, lo he mirado mucho antes de cogerlo, como si de repente todo fuera un sueño y al irlo a pagar despertara.

 Hoy, ha sido un gran día, hoy ya tengo completa la discografía de uno de mis dos grupos favoritísimos de rock.

 Pequeña felicidad Número 84.

lunes, 14 de mayo de 2012

#83. Bañarme con mi hijo.


Foto realizada por mi preciosa mujer.
¡¡Lo siento cariño, alguien tenía que hacer la foto!!

La vida suele medirse desde el ojo que mira. Yo, aunque no sea muy alto (175 cm, respetando la media española, me gusta colaborar), apenas quepo en la bañera de casa. Pero cuando puedo permitirme el lujo de darme un baño con mi hijo puedo suponer que para él es como estar en una piscina olímpica.

Me encanta bañarme con él, aunque puede ser que sea yo el que más juega con el patito de goma. 

domingo, 13 de mayo de 2012

#82. Noches de tormenta.


Ahora mismo miro a través de la ventana y cada minuto puedo ver como un rayo recorre el cielo negro que protege mi casa. Desde niño siempre sentí fascinación por los relámpagos, me parecía algo inexplicable, no me cuadraba eso de ver algo que no puede tocarse, siempre decía que eran como los arcoíris de la noche.

Antes vivía en un ático que se encontraba pegado a un instituto. No tendría nada de especial excepto por el hecho de que éste poseía un enorme pararrayos. Eso me ofrecía un espectáculo inigualable las noches de tormenta, donde relámpago y trueno se daban la mano para visitar la tierra.

Hoy os lo recomiendo, sentaos cerca de una ventana, apagad las luces y mirad a nuestro olvidad cielo.

Pequeña felicidad Número 82.

sábado, 12 de mayo de 2012

#81. Ponerte en la cola rápida del súper.


No me gusta ir a hacer la compra. Nací sin esa parte del cerebro que la gente posee y que hace que recuerdes cómo están colocadas las estanterías. Tardo muchísimo en encontrar las cosas.

También tengo una habilidad innata para dar con la caja más lenta de todas. Siempre encuentra la cajera que hace poco que ha empezado y que no sabe pasar los productos por el “lee-códigos”. También puede ser que la persona que hay delante de mi lleve consigo una cartera de esas que más bien parecen la carpeta de un contable despistado, lleno de papeles amontonados sin sentido, ahí hay de todo menos dinero y tarjetas de crédito.

Pero alguna vez, con cada eclipse de Sol, doy con la cola rápida, la cajera está en su biorritmo eficiente y todo vuela. Si no le pago rápido me siento mal, como si hubiera perdido una partida de ajedrez.

Suerte en los súper amigos.

Pequeña felicidad Número 81.

viernes, 11 de mayo de 2012

#80. Descubrir comidas nuevas.


Algo nos queda de nuestra infancia en forma de reticencia a probar alimentos y comidas nuevas. Recuerdo que de niño odiaba profundamente una serie de platos que ahora devoraría sin compasión. Los canelones, la ensaladilla rusa y los potajes formaban parte de mi lista negra de platos a evitar.

Uno de mis platos favoritos, Santo Boniato.
Con 24 años en mi primera competición me tocó comer boniatos, sabía lo que eran y los había visto en algunas tiendas de barrio, incluso recuerdo que mi abuela materna lo ponía en algún plato, pero siempre lo evitaba, me parecía el hermano bastardo de la patata, lleno de arrugas y imperfecciones. Cuál fue mi sorpresa cuando al primer bocado el placer de su sabor se mezcló con mi arrepentimiento por el feo que le hice durante años.

Hoy en día, intento probar todo alimento o plato nuevo que pasa ante mí, no vaya a ser que el boniato tenga un hermano perdido que esté aún más bueno. Aunque sea más feo aún.

Pequeña felicidad Número 80.

jueves, 10 de mayo de 2012

#79. Que te den las gracias.


Dicen que las personas generosas tan siquiera necesitan que les den las gracias. Mentira. Me considero un hombre infinitamente generoso y me molesta horripilantemente que no me agradezcan las cosas.

Mi madre siempre dice que quedar bien cuesta muy poco, y a la gente se le está olvidando lo que significa la gratitud.

De pequeño me enseñaron siempre a dar las gracias ya fuera en una tienda al terminar la compra o cuando alguien me preguntara “¿Cómo estás?”. Muy bien, GRACIAS.

Reconozco que cuando compro o pago algo, quiero que me den las gracias, cuando esto no sucede, por ejemplo en un restaurante, al salir querría llevarme algo a cambio de tal desprecio, una silla, una mesa o un par de langostas del acuario-mostrador.

Este mundo sería mejor con un gracias final.

Gracias. Amén.

Pequeña felicidad Número 79.

miércoles, 9 de mayo de 2012

#78. El primer día que realmente hace calor del año.


Y es hoy. Hoy, HACE CALOR, lo pongo en mayúsculas porque ya era hora, más cerca del verano que del invierno (no lo he calculado, pero siento que es así) no me gustaba ver nubes negras y lluvias ventoleras cada dos por tres.

Cuando el tiempo se vuelve loco la gente empieza a idiotizarse un poquito, no saben qué ropa llevar o si coger el paraguas o no, entonces muchos cogen el coche para ir 3 calles más abajo y todo se llena de gente cabreada en coches sin culpa. Un horror.

Pero cuando hace calor, y lo esperas, eso es increíble, de repente la calle coge vida. Niños jugando por la calle, gente con gafas de sol, guiris comiendo helado que no tarda en gotear son sólo algunos de los muchos ejemplos del mejor aviso del año: Preparaos, ya está aquí el verano.

Pequeña felicidad Número 78.

martes, 8 de mayo de 2012

#77. Escribir un texto sin faltas de ortografía.


En pleno apogeo de las faltas ortográficas gracias a los sms y facebook entre otros, personalmente me encanta escribir sin faltas de ortografía y me encanta que me escriban sin faltas.

Por mi trabajo, escribo mucho al día, y cada vez que abro un documento de Word empiezo una batalla con el corrector ortográfico del programa. Es como una partida de trivial pursuit, a ver quién falla antes.
 
A veces he recurrido a algún diccionario para demostrarle al ordenador que no era yo quien se estaba equivocando. Me encanta tener razón, y ante una máquina más que nunca.

Vueno amiguos, spero ke n olbideys ke nuesto hidioma s prezioso, n l dstrozeis i mpezad a escrivir mehor.

Pequeña felicidad Número 77.

Poz ezo, rezpeto.

lunes, 7 de mayo de 2012

#76. Recordar viejas anécdotas.


Como buen nostálgico que os dije que soy, obviamente en mi currículum, en negrita cursiva y tamaño 14 de tamaño de fuente aparece la habilidad “cuenta-batallitas”.

Pues las cuento, mucho y muy bien, que demonios. Me encanta recordar anécdotas divertidas con la gente, y cuando las narro, lo hago como si de un Cuentacuentos se tratara. Quizás las mejoro un poquito, pero como siempre digo, es mejor contar las cosas como se recuerdan que como sucedieron.

Adoro esas sobremesas donde alguien me dice “Venga Joan, cuenta algo, alguna anécdota”. No tienen que retorcerme mucho el brazo, enseguida empiezo con mi típico “era verano del 91 y yo tenía 9 años cumplidos no hacía ni una semana cuando…” y a partir de ahí ya tengo captada la atención, entonces, a volar.

Siempre me han gustado las películas que cuentan  con un narrador, son especiales, quizás por eso, me gusta ser esa voz en off profunda que se oye en las películas, soy el narrador de mi vida.

Pequeña felicidad Número 76.

domingo, 6 de mayo de 2012

#75. El día de la madre.


“La maternidad es la más importante de todas las profesiones. Exige más conocimientos que cualquier otro asunto relacionado con el hombre”
 Elizabeth Cady Stanton (1815-1902), activista estadounidense.

Dicen que una mujer encuentra el norte cuando se convierte en madre. Estoy bastante muy de acuerdo. Algo debe suceder, digo yo, un chorro de madurez en un segundo o una inyección de instinto animal rebosante de ternura y deber.

El día de la madre es muy especial para mí dado que mi madre ha sido de las personas más influyentes de mi vida, su sola mirada ya me obligaba a ejercer un comportamiento ejemplar. Nunca me regañó a gritos ni tuvo un mal gesto amenazante del tipo “cómo hagas el gamberro te vas a enterar”. No, el simple hecho de pensar en decepcionarla ya hacía que jamás se me ocurriera hacer nada que le pudiera provocar ningún sufrimiento.

Una madre es una constelación de dulzura, ternura, amor, delicadeza, protección y deber.

Las mujeres poseen el bendito don de portar consigo durante 9 meses al hijo que darán a luz, puede que sea ahí donde nace el vínculo que jamás volverá a romperse. Me lo puedo imaginar, pero seguro que me quedaría a años luz de la realidad.

Recuerdo con añoranza a mi abuela, la madre de mi padre. Miro con preocupación por lo que pueda venir a mi “Padrina”, la madre de mi madre. Observo con admiración cómo mi mujer ejerce el papel de Mejor Nueva Madre del Mundo.

Hoy, he podido observar cómo la abuelita de mi mujer, se ha marchado. Pero es más, he podido presenciar en primera persona cómo la huella de su adiós ha ahondado en el camino de los corazones de su hija y sus dos nietas, todas mujeres. Seguro que ha donde va, ya no tendrá problemas para caminar, respirar, oír o ver. Dicen que, por injusto que suene, no sabemos echar de menos hasta que perdemos algo. Buen viaje abuelita.


Como dice la maravillosa El Curioso Caso de Benjamin Button, “Algunas son madres”...

Pequeña felicidad Número 75.

sábado, 5 de mayo de 2012

#74. Las locuras de gatos.


Un gato es un animal único, diferente, tan suyo que su comportamiento no tiene parangón en la naturaleza.

No creo en la reencarnación, pero si tuviera que jugarme un euro por un animal que pudiera ser que sí reencarnara la esencia juguetona de un ser humano ese sería el gato.

Una vez, debía tener yo unos 14 años, disfrutábamos del aburrimiento de una noche de verano con mis hermanos y primos, les comenté que leí una vez que si cogías un gato y le atabas la cola a la pierna perdían el equilibrio y se volvían locos. Esa anécdota se convirtió en un experimento, agarramos al gato y procedimos, un pequeño coletero uniendo cola y pata. Empezó a dar brincos y saltó por el balcón, menos mal que vivíamos en un primero, no suficientemente contenta con su exhibición, corrió calle abajo chocando con todos los contenedores y coches que decoraban el asfalto.

No le dijimos nada a mis padres, y yo, hacedor de la idea, estuve sudando una semana esperando la vuelta de mi difunta gata (a posteriori) Make.

A la semana volvió, me pasó factura ignorándome durante una buena temporada.

Pequeña felicidad Número 74.

viernes, 4 de mayo de 2012

#73. Comprar un regalo para el día de la madre.


Vaya, no es fácil compensar toda una vida de amor incondicional materno en un regalo, ¿verdad?

Para mí, supone una gran presión, buena, pero grande. Siempre me he sentido en deuda con mi madre por lo buena que ha sido durante mi vida. Si pudiera, me gustaría regalarle todo el oro del mundo, aunque sé a ciencia cierta, que me regañaría por gastarme tanto.

Suele enfadarse al ver que le regalamos algo, pero supongo que en el fondo, se alegra, aunque sólo sea por el hecho de sobreentender que si le podemos hacer un regalo significa que algo de dinero tenemos sus 3 hijos.

No voy a extenderme mucho porque dedicaré una entrada un poco más perfumada el próximo domingo, ya que una madre bien se merece una entrada de marco.

Espero que ya hayáis pensado qué regalar a vuestras madres, por favor, sed originales.

Una madre es una persona que al ver que solo quedan cuatro trozos de tarta de chocolate habiendo cinco personas, es la primera en decir que nunca le ha gustado el chocolate.”

Pequeña felicidad Número 73.

jueves, 3 de mayo de 2012

#72. Los cumpleaños.


Decía el gran Miguel de Unamuno que “Jamás nadie es demasiado viejo para recomenzar su vida y no hemos de buscar que lo que fue le impida ser lo que es o lo que será”.

Felicidades, eres la mamá más joven y preciosa
que existe.
Te quiero, Joan.
Cumplir años se parece a la Nochevieja, da cierta sensación de oportunidad para ser mejor. Puede asaltarte el pensamiento de que uno ya empieza a tener unos años y de repente nos sentimos más responsables, más viejos y con más cara de papá o mamá.

Hoy cumple años mi mujer Antu, son 29, pero tranquila cariño, parecen muchos menos, te dejaré que siga siendo yo el viejo de los dos. Los dejaremos en 25 tú y 33 yo.

¡¡¡Feliz cumpleaños!!!

miércoles, 2 de mayo de 2012

#71. El anochecer tardío de la primavera.


Puede que no sea el calor lo que nos avise de que el verano se acerca, creo que ese hecho se refleja mejor en la hora a la que anochece por estas fechas. Hoy he salido del trabajo a las 20’45, y NO era de noche, aún podía verse algo de luz, pero de ninguna forma se podía decir que la noche hubiera llegado.

Medite al atardecer, mirando a las estrellas mientra acaricia
a su perro, es un remedio infalible.
-Ralph Waldo Emerson
Es algo que adoro de la primavera y verano. Salir de trabajar y ver que aún queda algo de Sol. Paso la mayor parte del año saliendo con el cielo negro, llega a ser deprimente, si fuera una persona deprimible, que no, no es el caso.

Pronto será San Juan, la noche más corta del año, a partir de ese momento, ya se instalará la cuenta atrás hacia las noches tempranas.

Hasta ese día, disfrutaré viendo cómo cada día salgo de trabajar con más luz, como si no bastara con la de mi cara.

Pequeña felicidad Número 71.

martes, 1 de mayo de 2012

#70. Ser el mejor amigo de alguien.


En esta vida elegimos pocas cosas importantes con total y real libertad. Pensadlo un momento, no podemos elegir a nuestros padres, ni a nuestros hermanos, ni a nuestros primos, ni a nuestros suegros, ni a los cuñados, ni a nuestros profesores, ni a nuestro director de Banco ni a nuestro médico. Con un poco de suerte, podemos elegir pareja, pero a veces ni eso.

Pero lo que sí podemos elegir es a nuestros amigos. Y además con plena sinceridad, si alguien no te cae bien no lo vas a convertir en tu mejor amigo. Por eso, la amistad es algo tan puro.

Puedo presumir de tener una lista muy selecta de amistades, no muy extensa, pero increíblemente incalculable. Son, para mi, como  mi equipo “All-Star”, lo mejor de lo mejor. Me siento querido por ellos y yo los adoro. Alguno me considera su mejor amigo, y sin duda, es un honor y un gran compromiso. La amistad es tan bonita porque no hay compromisos preestablecidos que le den ningún tipo de importancia previa.

La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.

Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.