domingo, 13 de mayo de 2012

#82. Noches de tormenta.


Ahora mismo miro a través de la ventana y cada minuto puedo ver como un rayo recorre el cielo negro que protege mi casa. Desde niño siempre sentí fascinación por los relámpagos, me parecía algo inexplicable, no me cuadraba eso de ver algo que no puede tocarse, siempre decía que eran como los arcoíris de la noche.

Antes vivía en un ático que se encontraba pegado a un instituto. No tendría nada de especial excepto por el hecho de que éste poseía un enorme pararrayos. Eso me ofrecía un espectáculo inigualable las noches de tormenta, donde relámpago y trueno se daban la mano para visitar la tierra.

Hoy os lo recomiendo, sentaos cerca de una ventana, apagad las luces y mirad a nuestro olvidad cielo.

Pequeña felicidad Número 82.

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