En esta vida elegimos pocas cosas importantes con total y real
libertad. Pensadlo un momento, no podemos elegir a nuestros padres, ni a
nuestros hermanos, ni a nuestros primos, ni a nuestros suegros, ni a los
cuñados, ni a nuestros profesores, ni a nuestro director de Banco ni a nuestro
médico. Con un poco de suerte, podemos elegir pareja, pero a veces ni eso.
Pero lo que sí podemos elegir es a nuestros amigos. Y además con plena
sinceridad, si alguien no te cae bien no lo vas a convertir en tu mejor amigo.
Por eso, la amistad es algo tan puro.
Puedo presumir de tener una lista muy selecta de amistades, no muy
extensa, pero increíblemente incalculable. Son, para mi, como mi equipo “All-Star”, lo mejor de lo mejor.
Me siento querido por ellos y yo los adoro. Alguno me considera su mejor amigo,
y sin duda, es un honor y un gran compromiso. La amistad es tan bonita porque
no hay compromisos preestablecidos que le den ningún tipo de importancia
previa.
La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita
en dos almas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario