jueves, 31 de mayo de 2012

#97. Una ducha antes de dormir en una noche calurosa.


Me encanta que haga calor, pero no puedo evitar pasarlo ligeramente mal por las noches. Soy un hombre bastante caluroso, en invierno puedo ir en manga corta y siempre desprendo calor. Soy un chollo de estufa económica para mi mujer en las frías noches de invierno.

En verano me encanta mojarme la cara con agua bien fría, y a lo que vamos, cuando el sueño no se apodera de mí, me encanta meterme en la cama después de darme una buena ducha.

Dan ganas de ponerte el ventilador en los morros para taparte con la manta. Es como comer mucha patatilla salada para después beberte un refresco de un trago.

Una gozada.

Pequeña felicidad Número 97.

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