Me encanta que haga calor, pero no puedo evitar pasarlo ligeramente mal
por las noches. Soy un hombre bastante caluroso, en invierno puedo ir en manga
corta y siempre desprendo calor. Soy un chollo de estufa económica para mi
mujer en las frías noches de invierno.
Dan ganas de ponerte el ventilador en los morros para taparte con la
manta. Es como comer mucha patatilla salada para después beberte un refresco de
un trago.
Una gozada.
Pequeña felicidad Número 97.
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