Vaya, no es fácil compensar toda una
vida de amor incondicional materno en un regalo, ¿verdad?
Para mí, supone una gran presión,
buena, pero grande. Siempre me he sentido en deuda con mi madre por lo buena
que ha sido durante mi vida. Si pudiera, me gustaría regalarle todo el oro del
mundo, aunque sé a ciencia cierta, que me regañaría por gastarme tanto.
Suele enfadarse al ver que le
regalamos algo, pero supongo que en el fondo, se alegra, aunque sólo sea por el
hecho de sobreentender que si le podemos hacer un regalo significa que algo de
dinero tenemos sus 3 hijos.
No voy a extenderme mucho porque
dedicaré una entrada un poco más perfumada el próximo domingo, ya que una madre
bien se merece una entrada de marco.
Espero que ya hayáis pensado qué
regalar a vuestras madres, por favor, sed originales.
“Una madre es
una persona que al ver que solo quedan cuatro trozos de tarta de chocolate
habiendo cinco personas, es la primera en decir que nunca le ha gustado el
chocolate.”
Pequeña felicidad Número 73.
No hay comentarios:
Publicar un comentario