Que hagan algo por ti sin pedirlo
sienta como un abrazo sincero. Una muestra de amor y empatía que llena el alma.
Un simple gesto basta, que te traigan un café al ver tu rostro cansado o que
alguien te compre un cupón de lotería cuando te quedas sin trabajo. Los
agujeros no se llenan del todo a base de rocas grandes.
Probadlo, fregad los platos sin que
vuestra pareja os lo pida. Comprad flores a vuestra madre aunque no sea su
cumpleaños. Invitadme a un café cuando me veáis… ¡Os dedicaré una entrada!
Pequeña felicidad Número 90.
No hay comentarios:
Publicar un comentario