viernes, 18 de mayo de 2012

#87. El Curioso Caso de Benjamin Button.


En este caso, debería cambiar el título del blog por “grandescosasfelices”, porque lo que siento cuando veo esta película no tiene parangón con ninguna otra obra cinematográfica que haya visto jamás.

Una obra de arte atemporal. Un clásico desde el tráiler y toda una amalgama de grandes citas, escenas emotivas y melodías inolvidables. Desde el primer momento es cómo un cuento a la hora de dormir que no quieres que acabe jamás.

La historia de Benjamin y Daisy contada desde la más completa y mágica realidad surrealista colmaría los sueños del último romántico del planeta Tierra.

Los personajes te obligan a repartir cariño y apego durante todo el metraje. Te da la sensación de estar viendo la vida que te gustaría haber vivido desde siempre, nacer viejo y disfrutar tu juventud cuando más experiencia y sabiduría podrías contener. Después terminar muriendo desde la más pura ternura e inocencia del cuerpo de un bebé…

La habré visto más de 100 veces, literalmente, y la habré llorado las mismas.

Imprescindible en mis momentos felices.

Pequeña felicidad Número 87.

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