lunes, 7 de mayo de 2012

#76. Recordar viejas anécdotas.


Como buen nostálgico que os dije que soy, obviamente en mi currículum, en negrita cursiva y tamaño 14 de tamaño de fuente aparece la habilidad “cuenta-batallitas”.

Pues las cuento, mucho y muy bien, que demonios. Me encanta recordar anécdotas divertidas con la gente, y cuando las narro, lo hago como si de un Cuentacuentos se tratara. Quizás las mejoro un poquito, pero como siempre digo, es mejor contar las cosas como se recuerdan que como sucedieron.

Adoro esas sobremesas donde alguien me dice “Venga Joan, cuenta algo, alguna anécdota”. No tienen que retorcerme mucho el brazo, enseguida empiezo con mi típico “era verano del 91 y yo tenía 9 años cumplidos no hacía ni una semana cuando…” y a partir de ahí ya tengo captada la atención, entonces, a volar.

Siempre me han gustado las películas que cuentan  con un narrador, son especiales, quizás por eso, me gusta ser esa voz en off profunda que se oye en las películas, soy el narrador de mi vida.

Pequeña felicidad Número 76.

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