Hay grupos que sabes desde siempre que existen, pero que nunca has
llegado a escuchar nada de ellos.
A mí me sucedió algo parecido con Alice in Chains, a España nos llegó
la fama de Nirvana, y un poco menos la de Soundgarden y Pearl Jam. Cuando ya
llevaba años escuchando al bueno de Kurt Cobain decidí indagar un poco más en
la escena Grunge de Seattle. Ahí descubrí lo que AIC escondían dentro.
La primera canción que fue a parar a mis oídos fue Nutshell. Una de las
mejores canciones que he escuchado nunca, y en verdad os digo, que he escuchado
muchísimas canciones.
En ella podréis escuchar partes tan profundas como “Perseguimos
mentiras mal impresas” o “sigo peleando esta batalla sólo, no hay nadie a quién
llorar ni un lugar al que llamar hogar”. Me pone los pelos de punta el pensar
qué podría pasar por la cabeza del fallecido Layne Staley. Genios.
El grunge no eran sólo vaqueros rotos y cabelleras despeinadas.
En este video/tributo podemos ver desde un joven Layne hasta un ajado hastiado del mundo.
Dios los quiere con ellos. Dios es un rockero, y de los buenos.
Pequeña felicidad Número 98.
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