¿Cuántas veces se puede escuchar una
misma canción sin cansarse de escucharla? Infinito puede ser una buena
respuesta en mi caso.
Si estoy contento con una parte en
particular de mi personalidad, esta sería que jamás me canso de las cosas que
realmente me gustan. No me canso de los Simpsons, no me canso del Alioli, no me canso del Sol, no me canso del calor, no
me canso de escuchar música, no me canso de CSI, no me canso de Interpol y no
me canso de escuchar a Pearl Jam.
Esta canción en particular, cuando
era más niño no me llamaba especialmente la atención, quizás porque mi acné
juvenil quería batalla y no canciones con un punto meloso, pero cuando la volví
a redescubrir con unos 20 años, me sobrecogió, sin duda, porque entendía lo que
decía la letra. Tengo la enorme suerte de hablar inglés y este tema es un
condenado poema, pero sin nubes rosas y olor a fresas dulzonas.
“Sé
que algún día tendrás una vida maravillosa,
sé que
algún día serás una estrella,
en el
cielo de alguien.
Pero,
¿Por qué?
¿Por
qué no puede ser en el mío?”
Parte el alma, llena el corazón.
Pequeña felicidad Número 65.
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