Creo que Manacor es la ciudad con más coches por habitantes de España,
y creo que juega en la primera división europea. Lo odio, no me gusta conducir
por lugares demasiado “ocupados”. Además, en un coche, todos creemos que
tenemos la razón.
“Tengo yo preferencia, que se pare él, además ese ceda el paso está
torcido, no vale.”
No es algo normal, pero a veces, en muy raras ocasiones, después de una
curva en plena carretera, al llegar a una recta larguísima, ves que no hay ni un
solo coche en el horizonte, todo el asfalto para mí. Nunca corro, jamás paso de
100, y en esos momentos, menos. No me invita a correr, me invita a disfrutar de
la conducción, del aire en mi cara, de mis canciones en la radio y del paisaje
traidor.
De niño solía soñar que era el único ser vivo del planeta, que podía
tumbarme en plena calle sin miedo a ser atropellado. Que un sueño se cumpla,
aunque sea en parte, ya pone las tablas con mi Juanito.
Pequeña felicidad Número 46.
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