No puedo evitarlo, pocas cosas me
hacen tanta gracia como un buen pelotazo en la cara (o en la otra zona que ya
sabéis). Sé que puede rozar el mal gusto, o que alguno de los sujetos del
siguiente video tuvo que rascarse el bolsillo en la consulta del dentista pero
simplemente me hace mucha gracia.
No sé si debe ser causa de algún
recuerdo lejano de niño pero es superior a mí, quizás deben ser las secuelas infantiles del mítico programa "Vídeos de primera". Si alguien quiere hacerme un
buen regalo para mi cumpleaños, que me regale una recopilación en DVD de los
mejores pelotazos en la cara.
Hoy en día existe una nueva
categoría, a la que yo llamo “haciendo tonterías con una fitball”. Es una
versión mejorada y modernizada, se trata de gente lanzándose esas enormes
pelotas de gimnasio pensando “esto tan blandito no debe doler”. Sencillamente
genial, genial por sencillo.
Llamadme malo, pero si no os reís
con este video es que algo no funciona en vuestro “hueso de la risa”.
Pequeña felicidad Número 20.
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