miércoles, 14 de marzo de 2012

#22. Cuando el bricolaje sale bien.


Me dan envidia ese tipo de personas que son capaces de cambiar un enchufe que no funciona o que montan un mueble de IKEA en 10 minutos. Carezco de esa parte del cerebro, lo admito.

Sin embargo, muy de vez en cuando, con cada visita del cometa Halley, soy capaz de alcanzar la gloria con alguna de estas tareas.
FIGURAS IMPOSIBLES

La verdad es que te sientes realizado, el rey del mambo, una especie de presentador de “Bricomanía” sin barba ni camisas de cuadros.

La última vez que logré algo así fue montando un cajón de madera para la leña. Sí, estuve a punto de meter el cajón en la chimenea cuando los clavos empezaron a doblarse, pero me negué a claudicar antes 5 trozos de madera y 8 malditos tirafondos. Cuando lo terminé se lo enseñé a mi mujer como el actor que levanta un Oscar. Orgulloso y muy “útil”. No como la vez que una estantería nueva de IKEA terminó en el container de la esquina…

Pequeña felicidad Número 22.

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