sábado, 10 de marzo de 2012

#18. El último entrenamiento de la semana.


Me puedo imaginar cómo se quedó Noé cuando terminó el arca, cansado, pero realizado. Así me siento yo cuando culmino toda una semana de arduo trabajo con el último entrenamiento mano a mano con mi gran amigo y socio Xisco Serra.

Cuando dos sufren, el dolor
es la mitad.
No importa cuántas horas de trabajo hayamos realizado, cuántos clientes nos han contado sus problemas, cuántas charlas motivadoras hemos dado ni cuántos cafés hemos tomado. El último momento de la semana es nuestro. El último entrenamiento, el más especial, el único de la semana en el que después pudo irme a descansar a la paz de mi hogar.

Es el último clavo que Noé martilleó en su arca, el último golpe, la última gota.

Pequeña felicidad Número 18.

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