Me vais a perdonar que escriba tanto sobre la primavera, pero no
encuentro otra época más bonita y especial en todo el año. Es como el despertar
de una pesadilla (llamada invierno). Como no tener un duro en el banco y de
repente cobrar tu nómina.
Para mí, la verdadera señal de que la primavera llega es cuando los
almendros florecen por primera vez. Además sucede de repente, un día están
desnudos y al día siguiente se visten de gala con sus colores más selectos.
No hay invierno sin primavera. |
El camino al trabajo se convierte en un museo agrícola. La primavera
nos tiene preparados una decoración especial, por el trago gélido y amargo de la
peor estación.
Pocas cosas más bellas pueden verse en cualquier parte. El brutal
contraste de su ajada corteza con el color de los magnificentes pétalos es un
espectáculo digno de Velázquez.
Pequeña felicidad número 11.
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