lunes, 23 de abril de 2012

#62. La gente con una risa contagiosa.


Todos nos hemos cruzado durante nuestras vidas con alguien con una risa verdaderamente contagiosa. De esas personas que te cuentan un chiste malo pero acabas riéndote casi por obligación. Yo puedo recordar un buen número de ellas. En mi clase de primero de instituto teníamos un chico de pueblo, que solía reírse unos 10 segundos más tarde que el resto de las cosas, era entonces cuando todos nos volvíamos a reír, hasta el profesor de turno rompía a reír.

Es inevitable sonreír pensando en esta clase de personas, y lo curioso, es que es más sencillo recordar sus carcajadas que sus nombres, soy incapaz de acordarme de cómo se llamaba este chico. Y no pasa nada, desde luego, si tuviera que morir mañana, me gustaría ser recordado por mi risa en lugar de por mi nombre.

Pequeña felicidad Número 62. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario