sábado, 21 de abril de 2012

#60. Las noches de fútbol.


No me gusta que me guste, pero me gusta. El fútbol son las malas hamburguesas del ocio social, no son muy buenas pero los hay que las prefieren al solomillo de ternera.

Reconozco que me entretiene enormemente, pueden observarse muchísimos matices en cada partido tales como el compromiso de los jugadores, o su temperamento, carácter, fuerza, espíritu o amor propio. Mi padre siempre dice que no tiene nada que ver con el fútbol de hace 30 años, me hace gracias cómo dice eso de “antes ni se peinaban, ahora ya no quedan futbolistas con bigote”, y caray, tiene razón.
Centrémonos en algo tan trivial como el fútbol
para olvidar crisis, paro y demás cosas inevitables.

Hoy se juega el “clásico”, Barça contra Real Madrid, como merengue, hoy me temo lo peor, pero llevo toda la semana comentándolo y disfrutando, creo que me gusta más toda la parafernalia previa que el partido en si, en los días que corren, cualquier tema que haga hablar con pasión a la gente ya me parece bien.

En la antigua Roma, era gladiadores, esclavos y tigres. Ahora, son jugadores, árbitros y un balón. Algo de civismo nos queda.

Pequeña felicidad Número 60.

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