lunes, 2 de abril de 2012

#41. Que confíen en ti.


Muchas veces no sabemos dónde podemos encontrar ayuda, vivimos en un mundo tremendamente egoísta en el que podemos observar a diario como la gente se despelleja la una a la otra para después ofrecer un efusivo apretón de manos como símbolo de falsa amistad.

Sin embargo, la humanidad está necesitada de que alguien le eche una mano, no conozco a casi nadie que no precise de una ayuda externa, y podemos hablar de lo que queráis, dinero, tiempo, ánimos, palabras o una simple palmada en la espalda.

Me encuentro entre las personas que reciben solicitudes de ayuda, no tengo problema, mis espaldas son anchas. Valoro muchísimo que alguien confíe en mí y en mi capacidad. Me hace sentir capaz, y automáticamente adquiero un compromiso vital con esa persona. Por mi trabajo, es algo que veo casi a diario, quizás por eso esté enamorado de él. Me permite ayudar a la gente a diario, y su gratitud es proporcional al esfuerzo que ambos ponemos sobre el tapete.

No temáis pedir ayuda, simplemente elegid bien el destinatario. Si confiáis en alguien, será vuestro hombro donde apoyaros.

Os agradezco que confiéis en mí. Me hace feliz ayudar a ser feliz. Gracias, y de nada.

Pequeña felicidad Número 41.

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