El día tiene 24 horas, no hay más, dedicamos unas 8 horas (los
suertudos) a dormir, otras 8 horas (los muy muy suertudos a trabajar) y unas 3
horas entre desplazarnos, ir al baño, asearnos y alimentarnos, es decir, 19
horas, nos quedan 5 para hacer nuestras cosas, las realmente importantes. Los
famosos “planes”.
Vale que el fin de semana tenemos más tiempo, pero también tenemos
muchas más obligaciones “caseras”. En pleno 2012 la casa no se limpia sola,
maldito seas Verne.
La vida se disfruta más con despreocupación. |
Pues llega el día en que todo sucede como una perfecta mesa de fichas
de dominó, todo se va colocando de forma que llegas a tiempo a cada cita, a cada
actividad y a cada plan.
Hoy ha sido de esos, me ha dado tiempo a hacer el desayuno, a trabajar
con “FULL” de clientes, a comer, a ir a Palma, a que mi mujer se haga su
segundo tattoo y yo mi séptimo, a llegar a Son Carrió para estar en la II
Calçotada, volver tranquilamente y tener tiempo para escribir esta entrada, una
por día, religiosamente.
A veces hasta Dios encaja las piezas. Somos fichas de dominó.
Pequeña felicidad Número 32.
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