Qué gran sentimiento, echar de menos. La misma frase parece algo
extraña, pero tiene magia. Si nos paramos a analizarla, seguramente acabaríamos
en “fase-filósofo”. No os lo planteéis, simplemente aceptadla y disfrutadla. Es
como una hamburguesa, no importa lo que haya dentro o de qué está hecha, está
bien así y no le demos muchas más vueltas.
Echar de menos, es en mi opinión, uno de los sentimientos más bonitos
que el ser humano puede disfrutar y sufrir al mismo tiempo. En ocasiones,
podemos echar de menos, incluso cosas que sabemos que aún nos pertenecen, algún
momento que vivimos pero sabemos que va a terminar, o alguna persona que
sabemos que pronto (esto puede ser relativo) va a partir.
Yo mismo hoy he echado de menos a mi hijo Christian, he pasado sólo
unas horas sin verlo, pero una vez más, la percepción individual es más fuerte
que la realidad.
La próxima vez que dudéis si añorar algo es bueno o malo, recordad que
las cosas, los momentos, lugares y personas viven en nosotros el tiempo que
nosotros queremos, lo que recordamos y lo que añoramos.
Para mí, la mejor canción que habla sobre la añoranza.
Pequeña felicidad Número 26.
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