En la genial película “Mejor Imposible”, el gran Jack Nicholson prepara todo un estuche de cd’s diferentes
con las canciones que, según él, serán perfectas para cada tipo de momento o
situación. Por ejemplo, compone un disco con canciones para “Romper el hielo”.
Ese es el poder que la música posee.
No puedo asegurar que en mi coche tenga un chaleco reflectante, unos
triángulos o tan siquiera un gato para cambiar una rueda, no tengo ni idea,
supongo que estarán ahí. Lo que sí que puedo confirmar, es que llevo no menos
de 30 cd’s. Algunos son válidos para ir a trabajar, otros para el fin de
semana, otros para el verano, otros para cuando vuelvo de la playa y otros, mis
favoritos, para cuando vuelvo del trabajo. Ese momento en el que desearías que
todo estuviera a menos volumen para que la tranquilidad fuera el oxígeno
reinante en el planeta Tierra.
Disfruto enormemente de esos momentos, cuando las notas entran en mi
cabeza como si se hicieran paso a estruendosas caricias.
¿Qué qué llevo últimamente en el coche cuando vuelvo a casa después de
un agotador día de trabajo? Mejor que lo escuchéis…
Pequeña felicidad Número 15.
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