martes, 26 de junio de 2012

#109. Escribir con el dedo en un coche sucio.


Alma artística, cuando vemos un coche lleno de polvo no nos podemos controlar, pasaríamos horas escribiendo y pintando sobre él con nuestro dedo índice.

De niño mi madre me regañaba por ello, “no escribas que luego queda marca”. Me miraba el dedo y no podía entender cómo podía tener tanto poder un apéndice de carne y hueso, pero yo, que era de esos niños buenos, y le creía.
 
He visto verdaderas obras de ingenio, “Dios hace milagros pero no limpia coches” o “Tu coche no puede con el sobrepeso del barro que llevas encima” son algunas de ellas. Yo, que me resigno a ser esclavo de la pulcritud de mi coche, he sido víctima de estas misivas, mi cuñadita se esmeró en escribirme un gran “oing,oing”, pero los que me conocen ya lo saben, no me enfado por estas cosas. Mejor administrar adecuadamente la expulsión de basuras y suciedades.



Pequeña felicidad Número 109.

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