La gente que me conoce bien sabe lo
pasional que soy hablando de lo que me gusta. Soy capaz de emocionarme
recordando una secuencia de una película, un recuerdo o un trozo de canción.
Creo que lo transmito con tanto sentimiento que mis palabras se hacen imágenes,
sonido y tacto.
Adoro la música, si me quedara sordo
moriría la mitad de mi ser. Me encanta hablar de música y creo que puedo decir
que jamás he estado un día sin escucharla desde que tengo uso de mi memoria.
Que os cuente Raúl (bienvenido, no
me puedo creer que te hayas hecho un usuario de Blogger jajaja) la lata que le
di hablando de Pink Floyd!!
Pequeña felicidad Número 101.
No hay comentarios:
Publicar un comentario